quinta-feira, 9 de julho de 2015

Los campos magnéticos de baja amplitud y de frecuencia extremadamente baja para el tratamiento de la gonalgia crónica


Los campos magnéticos de baja amplitud y de frecuencia extremadamente baja para el tratamiento de la gonalgia crónica

Low amplitude and extremely low frequency magnetic fields for the treatment of the chronic knee pain

J Rioja-Toro a, PJ Estévez-Poy a, J De Prada-Espinel a, A González-Rebollo a

a Hospital Universitario Río Hortega. Valladolid. España.

Palabras Clave

dolor de rodilla, campos magnéticos, osteoartritis de rodilla.

Keywords

knee pain, electromagnetic fields, osteoarthritis knee.

Resumen

Introducción. El objetivo de este estudio es evaluar los efectos de la resonancia magnética terapéutica (RMT) en pacientes con gonalgia crónica, mediante valoraciones pre y postratamiento inmediato (durante el primer mes tras finalizado el tratamiento), así como a los 3 y a los 6 meses de finalizado éste; y compararlo con una serie de pacientes tratados con RMT placebo (RMTp). Material y método. Se trata de un estudio prospectivo, doble ciego. Se evaluaron 120 rodillas (20 placebo) correspondientes a 105 pacientes con gonalgia crónica. Las patologías principales fueron: artrosis primarias, artrosis secundarias y condropatías. El protocolo terapéutico consistió en 6 sesiones de 60 minutos, a días alternos. Las valoraciones de la evolución clínica y funcional se hicieron mediante la escala Womac, el índice de Lequesne y el grado subjetivo de mejoría del dolor mediante la escala visual analógica. Resultados. Se registró una diferencia significativa (p < 0,0001) entre el grupo tratado con RMT y el grupo con RMTp. El estudio entre las diferentes patologías con las tres escalas de valoración mostró diferencias significativas (p < 0,005) entre las valoraciones pretratamiento y las postratamiento inmediato (durante el primer mes), a los 3 y 6 meses en los pacientes tratados con RMT en las diferentes patologías, más significativamente a favor de las artrosis primarias. Conclusiones. Según estos resultados, la RMT constituye un método eficaz de tratamiento frente al dolor y las alteraciones funcionales en las gonalgias crónicas.

Abstract

Introduction. The study has aimed to evaluate the effects of the magnetic resonance therapeutic (MRT) in the chronic knee pain, by means of pre-treatment and post-treatment evaluations (during the first month at the end of treatment) and at 3 and 6 months of its end and to compare it with a placebo treated patient series (MRTp). Material and methods. A total of 120 knees (20 placebo) corresponding to 105 patients with chronic knee pain were evaluated in a prospective, double blind study. The main conditions were: primary arthrosis, secondary arthrosis and chondropathies. The therapeutic protocol was 6 sessions of 60 minutes, on alternative days. The evaluations of the clinical and functional course were performed with the Womac scale, Lequesne index and subjective grade of pain improvement with the visual analogue scale. Results. Significant difference (p < 0.0001) between the group treated with MRT and the MRTp group. The study on the different diseases, with the three evaluation scales showed significant differences (p < 0.005) among the pre-treatment evaluations with the immediate post-treatment (during the first month), at 3 and 6 months, in the MRT treated patients in the different diseases, more significantly in favor of the primary arthrosis. Conclusions. According to these results, MRT is an efficient method of treatment for pain and functional disorders in chronic knee pain.

Artículo

INTRODUCCIÓNDentro de las patologías que cursan con dolor en rodillas, la artrosis es, sin duda, la causa más frecuente. La artrosis es una alteración del cartílago hialino y del hueso subcondral en la que todos los tejidos circundantes de la articulación involucrada están hipertróficos. Aparece en todos los vertebrados, lo que sugiere que es un proceso ligado a la evolución del esqueleto óseo. Cambios patológicos en las articulaciones que soportan peso son habituales a partir de los 40 años de edad, llegando, en la artrosis de rodilla, a afectar al 17 % de los individuos de más de 70 años1. En España2estudios epidemiológicos realizados cifran la artrosis de rodilla, con manifestaciones clínicas, en un 33,7 % en pacientes de edades comprendidas entre los 70 y los 79 años. Otros estudios indican una incidencia de artrosis de rodillas del 80 % en individuos mayores de 75 años, y que en el 11 % de los individuos mayores de 64 años la artrosis cursa con manifestaciones clínicas3.
Generalmente se acepta que el cartílago hialino es avascular, aneural y alinfático, y que únicamente el 5 % del volumen del cartílago son células encargadas de los procesos de reparación (condrocitos). Las propiedades mecánicas del cartílago se deben a la matriz extra-celular y a los condrocitos, responsables estos últimos de la síntesis y la degradación de la matriz. El colágeno forma parte de la matriz extracelular y en un 90 % es colágeno del tipo II4.
La salud del cartílago depende de las presiones que soporte y de las alteraciones piezoeléctricas secundarias a las alteraciones óseas, las cuales pueden verse influenciadas por los cambios en el ambiente magnético.
Desde Fukada y Yasuda el hueso está considerado como un material con propiedades piezoeléctricas, es decir, capaz de convertir las oscilaciones electromagnéticas en vibraciones mecánicas y viceversa. Otras estructuras como el colágeno, el sistema citoesquelético y la matriz extracelular también tienen propiedades piezoeléctricas5 debido a que su estructura alfa-helicoidal y su estructura poliédrica les confieren propiedades casi cristalinas y, por lo tanto, piezoeléctricas6. No sorprende, por consiguiente, que los investigadores clínicos hayan estudiado con éxito la terapia magnética, no invasora, en el tratamiento de ciertas patologías óseas y del cartílago.
Pero además, la artrosis parece ser el resultado de un mecanismo complicado de sistemas entrelazados que incluye fuerzas mecánicas, biológicas, bioquímicas y electromagnéticas. Si uno considera que los átomos son imanes que están unidos entre sí y que pueden verse influenciados por un campo magnético externamente aplicado, es lógico asumir que los campos magnéticos puedan influir en las funciones de los sistemas biológicos eléctricamente cargados.
Hay hipótesis basadas en la renormalización de los perfiles magnéticos y en la posibilidad de poderse reestructurar o realinear la materia biológica y así restaurar la función a través de la disminución del dolor, la rigidez, la inestabilidad y la presión7,8.
Desde el descubrimiento del dispositivo superconductivo cuántico de la interferencia, que puede detectar campos magnéticos en el orden de 10-7 G, se ha demostrado que los sistemas vivos mantienen valores magnéticos en ese rango de baja amplitud9 y que estos valores son los ideales para interaccionar con estos sistemas.
Se debe a Jacobson y Yamanashi10,11 la obtención de campos magnéticos de densidad de campo muy débil (en el rango de los 10-7 G) y de frecuencia extremadamente baja, la cual debería ser efectiva en los tratamientos médicos de determinados procesos y que se ha comercializado con el nombre de resonancia magnética terapéutica (RMT). Así, Jacobson ha sido el primero en usar estos campos magnéticos de 10-7 G y frecuencias de 0,952 a 7,7 Hz para tratar las manifestaciones clínicas debidas a la artrosis de rodilla y ha obtenido resultados sorprendentes12.
Se han publicado numerosos trabajos en los que se corrobora el efecto beneficioso de los campos magnéticos pulsantes en los procesos artrósicos y, muy especialmente, en las artrosis de rodillas, pero en ellos no se utilizan frecuencias e intensidades específicas13-15.
En experimentación animal se ha demostrado una evolución más lenta de los procesos artrósicos en los animales tratados con campos magnéticos pulsantes que en los tratados con placebo16,17. Sin embargo, se siguen buscando, en experimentación animal, los parámetros óptimos para realizar los tratamientos con campos magnéticos pulsantes, estando éstos en los rangos de baja frecuencia y baja intensidad18.
En clínica se viene experimentando con intensidades de campo magnético del orden de miliTesla (mT) y frecuencia de 100 Hz en el tratamiento del dolor muscular vertebral en pacientes de ambos sexos19.
Sin embargo, con la técnica de Jacobson hay muy pocos trabajos publicados, el número de pacientes estudiado nos parece insuficiente para poder sacar conclusiones y, por otra parte, sólo se hacen valoraciones inmediatas tras la finalización del tratamiento.
Nuestros objetivos en este trabajo han sido confirmar los resultados publicados por otros investigadores respecto a la RMT en pacientes con artrosis de rodillas, valorar los resultados en los pacientes con condropatías, estudio hasta ahora no realizado, y hacer las valoraciones no sólo inmediatas (durante el primer mes), sino también a medio plazo (3 y 6 meses de evolución pos-tratamiento). Como objetivos secundarios se han analizado la relación de la edad con las diferentes patologías y el tiempo de evolución de cada una de las patologías estudiadas.
MATERIAL Y MÉTODOSe han evaluado consecutivamente las 120 primeras rodillas tratadas (66 derechas y 54 izquierdas) correspondientes a 105 pacientes (en 15 pacientes se han tratado las dos rodillas). La distribución por sexos fue de 55 mujeres y 50 hombres con una edad media de 55,34 ±15,68 años. La relación entre edad y sexo fue de 58,87 ±14,66 años para las mujeres y 51,36 ±15,99 años para los hombres p <=0,05.
Las patologías estudiadas han sido: artrosis primarias (48 rodillas), artrosis secundarias a fracturas, intervenciones tendinosas, patología meniscal, etc. (37 rodillas) y condropatías fémoro-patelares (35 rodillas). Se han excluido patologías tumorales, patologías agudas (traumatismos recientes de rodilla, reumatismos agudos asociados) y pacientes con osteosíntesis próxima a la articulación de la rodilla que pudiera influir en el campo magnético. El 19,1 % de los pacientes (23 pacientes) había sido intervenido de una de las rodillas mediante artroplastia total y estaba pendiente de ser intervenido de la otra articulación.
Para la valoración de los pacientes se ha utilizado un sistema doble ciego. Una unidad ha seleccionado los pacientes; una segunda unidad les ha pasado las escalas de valoración pretratamiento e indicado el tratamiento con RMT o RMT placebo (RMTp) y una tercera unidad las escalas postratamiento (durante el primer mes tras la finalización del tratamiento, al tercer mes y a los seis meses). Los pacientes que no obtuvieron mejoría, ésta había sido escasa o habían empeorado fueron revisados: a los tratados con RMTp se les indicó un tratamiento con RMT y a los ya tratados con RMT se les derivó al Servicio de Traumatología para valoración de tratamiento quirúrgico.
La unidad de selección de los pacientes estuvo encargada del diagnóstico y su inclusión o exclusión dentro de los grupos, apoyándose en los criterios clínicos y en el diagnóstico de imagen por radiología simple y mediante resonancia nuclear.
De las 120 rodillas seleccionadas, 20 tuvieron un tratamiento con RMTp. Para ello, en los 15 pacientes con patología bilateral una de las rodillas fue tratada con placebo, eligiendo el lado de forma aleatoria y otros 5 pacientes, con lesión unilateral, fueron seleccionados también de forma aleatoria y tratados con RMTp.
En los tratamientos placebo, las patologías fueron las siguientes: 8 artrosis primarias; 7 artrosis secundarias y 5 condropatías fémoro-patelares.
En las 100 rodillas tratadas con RMT la distribución por patologías fue: 40 artrosis primarias; 30 artrosis secundarias y 30 condropatías fémoro-patelares.
Las escalas de valoración utilizadas han sido: la escala visual analógica (EVA) para valoración del dolor; el cuestionario de Womac para valoración de los parámetros de dolor, rigidez y grado de dificultad para la realización de actividades (tabla 1) y el índice algo-funcional de Lequesne para gonartrosis (tabla 2).


TABLA 1. Cuestionario de Womac


TABLA 2. Índice de Lequesne

Además, se ha realizado un análisis estadístico global que relaciona la edad con las diferentes patologías y el tiempo de evolución de cada una de las patologías estudiadas. En el grupo tratado con RMT se han analizado con las diferentes escalas: primero, los valores medios globales (sin tener en cuenta las patologías) obtenidos pretratamiento, postratamiento inmediato, a los 3 y a los 6 meses. En segundo lugar, se ha hecho una valoración entre las diferentes patologías de las diferencias resultantes entre el valor inicial y el valor al finalizar el tratamiento, a los 3 meses y a los 6 meses postratamiento. Es decir, si tomamos como ejemplo los valores de la EVA en las artrosis primarias y su valor pretratamiento era de 7,6, al finalizar el tratamiento de 3,8, al tercer mes de 3,3 y al sexto mes de 3,1, las diferencias entre estos valores será de 3,8 al finalizar; de 4,3 al tercer mes y de 4,5 al sexto mes.
Para la realización del tratamiento se ha utilizado un generador de campos magnéticos de baja amplitud y extremadamente baja frecuencia basado en el método de Jacobson de la casa Biorex Medical (fig. 1). Estos campos son generados por dos bobinas de 18 pulgadas de diámetro cada una (46 centímetros), construidas con alambre de cobre, conectadas en serie y colocadas una en frente de la otra con una separación de 9 pulgadas (23 centímetros). Este sistema es una configuración de Helmholtz, que proporciona un campo magnético uniforme entre las 2 bobinas cuando se hace pasar a través de ellas una corriente alterna sinusoidal de frecuencia y amplitud ajustables. El sistema está conectado en serie a un atenuador de resistencia para obtener las amplitudes y frecuencias específicas usadas en cada sesión de tratamiento, cuya duración es de una hora. Cada seis minutos, durante la sesión de tratamiento, varían automáticamente los parámetros. El número total de sesiones ha sido de seis, dadas en días alternos.


Fig. 1.—Generador de campos magnéticos Biorex Medical.

La camilla para el tratamiento de los pacientes está hecha de material plástico o madera y con almohadillado para aumentar el confort.
En el protocolo que ofrece la casa comercial están los 3 parámetros básicos: la frecuencia, la amplitud y el tiempo requerido para cada tratamiento. En cada sesión, la amplitud y la frecuencia son suministradas al generador al inicio del tratamiento a través de una tarjeta magnética. El rango de amplitud está entre los 2,74 ×10–7 y los 3,4 ×10–8 G y el rango de frecuencia entre 0,976 y 7,7 Hz (tabla 3). La posición de las bobinas de Helmholz a los lados de las rodillas del paciente proporciona unas líneas de flujo magnético homogéneas e isotrópicas.


TABLA 3. Protocolo de los parámetros básicos de una sesión de resonancia magnética terapéutica

Las variables continuas se describieron como media ±DE (desviación estándar), mientras que las cualitativas lo fueron mediante frecuencias y porcentajes. La prueba de Kolmogorov-Smirnov se utilizó para determinar la normalidad de las distribuciones. Para estudiar las diferencias entre medias para varios grupos se utilizó el ANOVA con prueba post-hoc de Bonferroni. Para estudiar la diferencia de medias antes, después, a los tres y a los seis meses del tratamiento se utilizó la prueba t de Student para datos apareados. El nivel de significación se consideró para una p µ 0,05.
RESULTADOSNo se produjeron abandonos durante el estudio. Tres pacientes no pudieron seguir estrictamente el protocolo por diferentes motivos (proceso gripal, enfermedad de un familiar y problema laboral). Después de más de tres semanas del abandono, lo reiniciaron, realizando el protocolo completo. A los 3 meses, los pacientes sin mejoría o con escasa mejoría (el 100 % de los tratados con RMTp y 7 pacientes tratados con RMT) tuvieron la posibilidad de realizar tratamiento con RMT (si habían sido tratados con RMTp) o bien fueron derivados a cirugía. Las 93 rodillas restantes fueron valoradas a los 6 meses.
Análisis entre edades y patologías. El análisis de las diferentes patologías por edades mostró una mayor edad media en las artrosis primarias (66,53 años) que en el grupo de las artrosis secundarias (51,03 años), y a su vez ésta fue mayor que en las condromalacias (44,73 años), con lo que se obtuvieron diferencias significativas (p < 0,0001).
Análisis del tiempo medio de evolución de las diferentes patologías. El tiempo medio de evolución del conjunto de procesos patológicos fue de 31,62 ± 28,56 meses, con una mediana de 24 meses. El rango intercuartílico fue de 9-45 meses. El tiempo medio de evolución de las condromalacias fue de 23,47 meses y el de las artrosis primarias y secundarias de 35,11, siendo esta diferencia significativa (p < 0,05). El tiempo medio de evolución de las condropatías, hasta la realización del tratamiento con RMT, fue de 23,47 ± 15,65 meses, significativamente inferior (p < 0,05) al de las artrosis primarias y secundarias, que fue de 35,11 ± 32,03 meses. No se han encontrado diferencias significativas entre las artrosis primarias y secundarias (p > 0,05). Análisis de los valores globales de las diferentes escalas en los pacientes tratados con RMTp. El análisis de los individuos del grupo placebo no muestra diferencias significativas (p > 0,5) en las escalas de Lequesne, Womac y EVA entre pretratamiento y postratamiento al finalizar y al tercer mes tras la finalización del tratamiento (figs. 2, 3 y 4).
Análisis de los valores globales de las diferentes escalas en los pacientes tratados con RMT. El análisis de los valores de las escalas de Lequesne, Womac y EVA pretratamiento y postratamiento en los pacientes tratados con RMT muestra en todas estas escalas mejorías significativas (p < 0,0001), así como en las realizadas a los 3 y 6 meses después del tratamiento (tabla 4).
Análisis de los valores de las escalas utilizadas en las diferentes patologías en los pacientes tratados con RMT. El análisis de las diferencias entre los valores pretratamiento y los valores postratamiento inmediato, así como a los 3 y a los 6 meses en las escalas de Lequesne, Womac y EVA (figs. 5, 6 y 7), mostró una diferencia significativa en la mejoría de los resultados (p < 0,05), y esta diferencia significativa también existía entre las artrosis primarias y las otras dos patologías.


Fig. 2.—Valores de la escala de Womac pre, postratamiento y a los 3 meses con resonancia magnética terapéutica (RMT) y RMT placebo (RMTp).


Fig. 3.—Valores de la escala de Lequesne pre, postratamiento y a los 3 meses con resonancia magnética terapéutica (RMT) y RMT placebo (RMTp).


Fig. 4.—Valores de la escala visual analógica pre, postratamiento y a los 3 meses con resonancia magnética terapéutica (RMT) y RMT placebo (RMTp).


Fig. 5.—Valores de la escala de Womac entre las diferentes patologías. AP: artrosis primarias; AS: artrosis secundarias; C: condropatías.


Fig. 6.—Valores del índice de Lequesne entre las diferentes patologías. AP: artrosis primarias; AS: artrosis secundarias; C: condropatías.


Fig. 7.—Valores de la escala visual analógica entre las diferentes patologías. AP: artrosis primarias; AS: artrosis secundarias; C: condropatías.


TABLA 4. Valores medios globales pre y postratamiento, a los 3 y a los 6 meses con resonancia magnética terapéutica
DISCUSIÓNEn el estudio realizado no hemos tenido ningún abandono del tratamiento, lo cual es achacable a que el paciente no percibe ninguna sensación durante las sesiones, está confortablemente tumbado, la duración del tratamiento es corta (seis sesiones de 1 hora) y los tratamientos los hemos ajustado a los horarios de conveniencia de los pacientes.
Respecto a la edad en que fueron enviados a iniciar el tratamiento, hay diferencias significativas de forma que los más jóvenes, lógicamente, son los que tenían condromalacia, seguidos de las artrosis secundarias y por último de las artrosis primarias.
Llama la atención que en el grupo de las condromalacias el tiempo de evolución del proceso, hasta ser enviado a tratamiento, fue menor significativamente que en el grupo de las artrosis (entre los que no hubo diferencias significativas), lo que parece indicar que en los procesos artrósicos se comienza con tratamientos medicamentosos, esperando a estadios más avanzados para ser enviados a Rehabilitación.
Las escalas que hemos utilizado (Womac, Lequesne y EVA) están validadas y han demostrado buenos criterios de sensibilidad y especificidad en la valoración de la artrosis de rodilla20. La valoración de los resultados con estas escalas muestra, igualmente, diferencias significativas globales e individuales desde la finalización del dolor hasta la revisión de los seis meses postratamiento, lo que corrobora tanto la eficacia inmediata del tratamiento como a medio plazo.
En las artrosis primarias hay diferencias muy significativas entre los valores de la EVA pretratamiento y de la EVA al finalizar el tratamiento a los tres y a los 6 meses. Esta disminución tan temprana del dolor es difícil de explicar por un mecanismo indirecto de actuación, es decir, mediante una reorientación hacia el orden y la coherencia en las moléculas y macromoléculas que forman las cadenas de péptidos, el ADN y el ARN, alteradas por el proceso patológico y que, secundariamente, se extendería a las estructuras de niveles superiores tales como el tejido conectivo, el músculo y los órganos, produciendo menos inflamación, mejorando la circulación, disminuyendo el dolor y aumentando la movilidad. Por este mecanismo, el dolor sólo debería disminuir cuando los factores que lo causan disminuyeran y la respuesta analgésica se demoraría en el tiempo. Dicha respuesta tan rápidamente obtenida con el tratamiento parece indicar que el campo magnético empleado puede provocar una interferencia en la transmisión de la señal nociceptiva, bloqueando la transmisión del dolor y evitando su percepción en el nivel cerebral21.
Con anterioridad se pensaba que los estímulos electromagnéticos que van a ser reconocidos por la superficie de la membrana celular deberían ser de mayor magnitud para producir estos efectos observados. Sin embargo, se comprobó que un campo electromagnético de intensidad muy débil, menor que la de un electroencefalograma, era capaz de influir en los ritmos circadianos en humanos, en monos22,23 y en peces, como los tiburones y las rayas24.
La explicación de cómo pueden ocurrir estas interacciones en los sustratos biológicos, en niveles atérmicos y con campos electromagnéticos de frecuencias tan bajas se basa en los modelos cooperativos de organización ión-molecular25. En los sistemas biológicos, cuando se producen alteraciones en su equilibrio, se ponen en marcha los modelos dinámicos cooperativos que son capaces de modificar la organización ión-molecular. Para que estos modelos se inicien y mantengan su actividad se necesita un aporte continuo de energía, aunque ésta sea pequeña, ya que se pueden activar con señales de muy débil intensidad al estar sujetos a fenómenos de resonancia. Estos fenómenos de resonancia pueden ser fácilmente comprendidos tomando como ejemplo la acción del péndulo. Un péndulo hace una oscilación en un tiempo T, independientemente de la amplitud del movimiento que realice, y este movimiento puede mantenerse con impulsos muy débiles siempre que estén sincronizados con la oscilación pendular. Cuando las frecuencias del emisor y el receptor están concordadas, se habla de resonancia y, en este supuesto, el rendimiento conseguido será el óptimo y el gasto energético mínimo. Una vez activados los procesos cooperativos con señales de débil intensidad, las respuestas pueden ser amplificadas8.
Pero además, para que estas débiles señales actúen tienen que ser auto-sostenidas y, para que interaccionen las señales externas regulares, deben estar en sintonía con las oscilaciones internas biológicas26.
Sabemos que los campos magnéticos producen piezoelectricidad al interaccionar con la matriz intracelular, convirtiendo las oscilaciones electromagnéticas en vibraciones mecánicas cuyas frecuencias específicas son las responsables de las amplificaciones biológicas11,27,28. Por lo tanto, la piezoelectricidad es el común denominador para que las acciones específicas de las radiaciones no ionizantes actúen sobre los efectos físico-biológicos que inducen al orden y a la cohesión. Estos mecanismos piezoeléctricos pueden estar presentes en todos los procesos fisiológicos, ya que hay células especializadas en la recepción de estímulos externos (calor, presión y sonido) capaces de convertir los tipos especiales de energía en energía que regule el ATP en los procesos metabólicos y que induzcan al orden. Se piensa que hay diferentes estructuras con propiedades piezoeléctricas en el tejido óseo, las paredes de los vasos sanguíneos, las fibras de colágeno, la queratina, la albúmina, la globulina, las lipoproteínas, las glucoproteínas, las nucleoproteínas, los histones, el ADN y los microtúbulos. Muchas de las moléculas que están reconocidas como piezoeléctricas tienen un polipéptido con propiedades cristalinas y un juego de dipolos permanentemente orientados (electret). Así, las proteínas µ -helicoidales parecen estar diseñadas para la conducción de los impulsos de energía desde los centros de descarga de energía (reacciones redox, hidrólisis de ATP) al sitio donde la energía va a ser usada, pudiendo transformar la energía química y electromagnética en energía mecánica, y ésta en energía electromagnética29.
Como hemos visto, la RMT se basa en estos principios mencionados y tiene su lugar de actuación fundamentalmente en el nivel celular. Cuando hablamos de RMT nos referimos a campos electromagnéticos aplicados de manera específica y selectiva que actúan modificando y restableciendo una estructura iónica anómala y disfuncionante.
La densidad de campo magnético, aplicada por el generador, es apreciada por la célula en función de estos tres parámetros: inducción (Vpp), frecuencia (Hz) y tiempo de resonancia (t). Estos parámetros deben ser específicamente calculados para las distintas frecuencias de resonancia y, por lo tanto, de activación de cada una de las estructuras moleculares de los diferentes tejidos que participan en la génesis del dolor.
En la patología de la rodilla las estructuras afectadas son variadas (cartílago, hueso, músculo, nervio) y por este motivo el protocolo de tratamiento con RMT esta dividido en secciones, lo que va a permitir activar de forma individualizada cada una de estas estructuras (cartílago, hueso, músculo, nervio), ya que su frecuencia de resonancia es diferente. La dosificación exacta en frecuencias, intensidades y tiempos de actuación están expuestas en la tabla 3 y vienen impresas en la tarjeta magnética.
En el trabajo de Jacobson et al12, único trabajo realizado con este sistema de RMT, se estudian 172 pacientes divididos en dos grupos iguales. Un grupo fue tratado con RMT y el otro con RMTp. En este trabajo sólo se hace una valoración de la intensidad del dolor mediante una EVA que va desde el valor 1 (mínimo dolor) al valor 10 (máximo dolor) en pacientes con artrosis primaria de rodilla. El tratamiento total consta de 8 sesiones de 60 minutos de duración cada una. Las valoraciones las hacen: antes y después de cada sesión; al finalizar la octava sesión y a las 2 semanas tras finalizar el tratamiento.
Los resultados que obtienen son: disminución de la intensidad del dolor en un 49 % de la inicial a las dos semanas de finalizado el tratamiento con RMT. En el grupo placebo se obtuvo una disminución del dolor de 1 a 2 puntos en la EVA, que los autores consideran como no significativo.
En nuestro trabajo hemos incluido otras patologías, además de la artrosis, y los resultados obtenidos en la EVA son algo inferiores (disminución del 40 % en la valoración hecha durante el primer mes tras finalizar el tratamiento y del 45 % cuando la valoración se hizo al tercer mes). No creemos que el haber realizado ellos ocho sesiones y nosotros seis pueda haber influido en los resultados, ya que a partir de la sexta sesión no existen diferencias manifiestas en su serie y creemos que por este motivo la casa comercial recomienda seis sesiones. Pensamos que, más bien, se debe a la mejor selección de pacientes, ya que nosotros hemos incluido pacientes con grados de artrosis máximos, considerados como quirúrgicos y artrosis secundarias a otro tipo de patologías ya especificadas. Como en este trabajo no se hicieron valoraciones funcionales, no podemos hacer estudios comparativos.
En el trabajo de Ruiz Sánchez et al30 se comparan los efectos de la onda corta con la inyección intra-articular de ácido hialurónico, obteniendo mejores resultados con el ácido hialurónico. Sin embargo, hace mención a la buena correlación entre el índice de Lequesne y el descenso de la EVA, hecho que también hemos corroborado tanto con el índice de Lequesne como con la escala de Womac.
CONCLUSIONESLa utilización de los campos magnéticos de baja amplitud y frecuencia extremadamente baja en el tratamiento del dolor en rodillas debido a condromalacias y artrosis primaria y secundaria ha demostrado su eficacia tanto a corto como a medio plazo, al disminuir el dolor y mejorar la funcionalidad de la extremidad afectada.
AGRADECIMIENTOSAl Dr. Manuel González Sagrado. Adjunto de la Unidad de Investigación del Hospital Río Hortega de Valladolid, por su valiosa aportación.
Los autores declaran que no existe conflicto de intereses

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